Fundada en 1981 por Sergio Icaza y los hermanos Gonzalo e Ignacio Falcone, Icafal cuenta con una historia de más de cuatro décadas especializándose en ingeniería y construcción. Inicialmente orientada a proyectos de obras sanitarias y de edificación, la compañía con el tiempo amplió su espectro de actuación convirtiéndose en un importante referente en obras civiles, viales, aeropuertos y ferrocarriles, entre otros.
Ha sido tal el crecimiento de la empresa, que en 2005 la compañía decidió realizar una reestructuración en la que se crearon cuatro unidades de negocios: Icafal Ingeniería y Construcción, Icafal Inversiones, Icafal Inmobiliaria, e Icafal Gestión.
Hoy, con una facturación anual que bordea los US$340 millones y con operaciones en Chile y Perú, Icafal se posiciona como la quinta empresa constructora más grande de Chile (y 20 de América Latina).
Construcción Latinoamericana conversó con Ignacio Falcone Gallo, director de Icafal, quien comparte sus pronósticos para el sector, destacando la importancia de la reducción de tasas de interés y la simplificación de trámites.
A medida que el país se embarca en nuevos proyectos, Icafal busca enfrentar los desafíos que afectan a la industria.
¿Cuáles son los principales sectores donde actúa Icafal?
Nuestra empresa se enfoca principalmente en obras civiles, como carreteras, puentes, obras sanitarias, centrales eléctricas, aeropuertos, obras mineras y ferrocarriles. También tenemos una presencia destacada en el sector inmobiliario con proyectos de edificación propia. Además, participamos en concesiones en diversos ámbitos, como aeropuertos, servicios sanitarios y centrales eléctricas, incluyendo fuentes hidroeléctricas y solares.
Esta diversificación nos ha permitido enfrentar de mejor manera la crisis actual, ya que la caída en el sector inmobiliario ha sido compensada en parte por nuestras otras actividades.
¿Cómo será el año 2024 para las ventas de equipos de construcción?
¿Cómo observa el desarrollo del sector?
Durante el año pasado la industria de la construcción, especialmente el sector inmobiliario, ha enfrentado grandes desafíos. Las ventas han disminuido significativamente en comparación con años anteriores, alcanzando una caída del 50% en los últimos dos años, niveles que no se veían desde hace mucho tiempo.
La recuperación del sector inmobiliario depende de la reducción de las tasas de interés, especialmente de los créditos hipotecarios, lo cual estamos viendo ya empezó a ocurrir. Además, esperamos que los esfuerzos para simplificar los engorrosos trámites obtengan resultados durante el primer semestre.
En cuanto a otras especialidades de la construcción, somos más optimistas, ya que son áreas más estables y menos volátiles. El gobierno, a través del Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Vivienda, está trabajando en la ejecución y licitación de proyectos durante este año, incluyendo proyectos de concesiones como aeropuertos y otros.
¿Cuáles son los principales proyectos en los que se está operando actualmente?
Los principales proyectos en los que hoy estamos participando son: la construcción de defensas ribereñas del Rio Matagente, en Perú; el proyecto Capellán, en Calama, que consiste en la conducción de aguas para Codelco; los teleféricos Pío Nono y Bicentenario; el nuevo hospital de Chile Chico; la ampliación del hospital de la ACHS; y tres proyectos DS 19 (proyectos apegados a los decretos supremos 19 y 49 que consisten en proyectos con subsidios de integración social y territorial, y subsidio para compra de vivienda, respectivamente) para el Servicio de Vivienda y Urbanismo por un total de 1.150 viviendas sociales. Sólo estos tres últimos proyectos suman más de US$57,3 millones.
Ahora en febrero estamos iniciando la etapa 1 de un nuevo proyecto DS que contempla una inversión de US$68 millones.
Construcción de carreteras verdes: ¿Cuáles son los últimos avances?
Todo lo anterior se suma a la operación del Aeropuerto Carriel Sur y otras concesiones.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta la industria de la construcción en el país?
La industria de la construcción enfrenta diversos desafíos, entre ellos la escasez de inversiones en el sector, altas tasas de interés y restricciones crediticias para las empresas del rubro. Además, los altos costos de los créditos hipotecarios dificultan la venta de propiedades inmobiliarias, generando un elevado inventario de viviendas sin vender. A esto se suma la complejidad y demora de los trámites y permisos relacionados con aspectos ambientales y normativos, así como la incertidumbre jurídica de los permisos ya obtenidos.
¿Cómo analiza el actual escenario económico/político de Chile?
El panorama económico se ha visto fuertemente influenciado por un clima político marcado por la polarización y el enfrentamiento de ideologías opuestas. Ambos bandos se aferran a sus posiciones ideológicas sin tomar en cuenta los problemas reales que afectan a la población, como la inseguridad, el alto desempleo, la crisis educativa, entre otros. Esta situación se agrava debido a la falta de inversión en el país, por la incertidumbre generada por los procesos políticos pendientes, como la nueva constitución, la reforma tributaria, el pacto fiscal y la reforma de pensiones. Sin embargo, esperamos una recuperación gradual en el entendido que no se van a efectuar cambios estructurales mayores.
Fuente: Construcción Latinoamericana