El Plan BIM Perú definirá los aspectos necesarios para la implementación del BIM en las inversiones públicas con la finalidad de mejorar la transparencia, la calidad y la eficiencia. No obstante, esto representa un gran desafío para el país, pues deberá cambiar su forma de gestionar y de llevar a cabo los proyectos de inversión pública para adoptar esta metodología de entorno colaborativo e interdisciplinario.
El 28 de julio de 2019 fue publicado en el Diario Oficial El Peruano la aprobación del Plan Nacional de Competitividad y Productividad que, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), “establece la ruta que nuestro país requiere transitar para impulsar y consolidar el crecimiento económico de mediano y largo plazo, generando así mejores servicios públicos para reducir la pobreza, aumentar los ingresos e incrementar sostenidamente el bienestar de todos los peruanos”.
Semanas después, el 8 de septiembre de 2019, el Gobierno mediante el Decreto Supremo Nº 289-2019, aprobó las disposiciones para la incorporación de BIM en los procesos de inversión pública de las entidades y empresas públicas sujetas al Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones, la cual fue creada por el Decreto Legislativo Nº 1252.
Según esta norma, Plan BIM Perú es “el documento de política que define la estrategia nacional para la implementación progresiva de la adopción y uso de BIM en los procesos de inversión de las entidades y empresas públicas, de manera articulada y concertada, y en coordinación con el sector privado y la academia”.
Además, según el portal web del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el objetivo principal del Plan BIM Perú es “contar con elementos técnicos necesarios para la toma de decisiones, respecto del uso de metodologías colaborativas de modelamiento digital de la información, aplicables a las fases de Formulación y Evaluación, Ejecución y Funcionamiento de la inversión en infraestructura pública”.
Lineamientos
Una pieza importante de los documentos técnicos de la estrategia de implementación del Plan BIM Perú son los “Lineamientos para la utilización de la metodología BIM en inversiones públicas, la cual fue aprobada y publicada en agosto de 2020”. Estos lineamientos son importantes porque servirán de orientación y establecerán las pautas mínimas en cuanto a la aplicación progresiva del BIM en las inversiones públicas durante sus respectivas fases de desarrollo.
Una recomendación importante de estos lineamientos es la aplicación del BIM desde la etapa de formulación y evaluación del proyecto, seguidamente de la elaboración del expediente técnico, la ejecución de la obra (dentro de esta etapa, también es recomendable aplicarla en la programación de actividades), su operación y mantenimiento. Esto con la finalidad de permitir la disponibilidad de información confiable, estructurada y actualizada, y asegurar la sostenibilidad del proyecto en toda su vida útil.
Asimismo, se plantea la utilización del BIM para: cuantificar costos y tiempos, ya que esta metodología permite realizar evaluaciones con mayor precisión; generar nueva información, como modelos de diseño y especificaciones, estimaciones presupuestales, entre otros; analizar y evaluar la calidad de las partes o de toda la inversión de manera integrada teniendo la posibilidad prever posibles riesgos y anticiparse a ellos; coordinar procesos de diseño y construcción de todos los participantes de la ejecución de una inversión de manera conjunta, lo cual significará la optimización de la productividad, los tiempos y los costos.
Otro punto importante planteado en los lineamientos es que, una vez que una entidad ha optado por el empleo del BIM en sus inversiones, se recomienda que inicie la difusión y capacitación de sus colaboradores en referencia a esta metodología de trabajo. Luego de ello, deberá identificar las inversiones en fase de formulación y/o ejecución en las que va a implementar el BIM y debe definir hasta qué fase se llevará a cabo la implementación.
Para esto, se establecen ciertos parámetros; como la generación del modelo BIM; la definición y detalle de los alcances o aspectos que se deben considerar en la implementación; la determinación de las especificaciones y al entrega de información; la digitalización de la información de acuerdo con los estándares, métodos y procedimientos de cada inversión; la coordinación del diseño (en entorno virtual 3D); la comunicación en un entorno colaborativo e interdisciplinario; la entrega de toda la información gráfica y no gráfica que se haya generado; y el establecimiento, por parte de las entidades, de un modelo de Plan de Ejecución BIM.
Este último según el documento de los lineamientos es “el documento que se elabora y acompaña cada fase del desarrollo o ejecución de cada inversión, que contiene las características técnicas, roles, funciones, metodologías de trabajo e hitos y productos a entregar, para que la inversión incorpore el Modelo BIM”. Este plan de ejecución debe ser actualizado conforme a las modificaciones que se presenten durante la ejecución de la inversión pública.
Plan de Implementación y Hoja de Ruta del Plan BIM Perú
Siguiendo con los avances de lo que será este transcendental plan nacional, en octubre del año pasado se difundió el Plan de Implementación y la Hoja de Ruta del Plan BIM Perú. La importancia de este documento es que detalla, entre otros puntos, las líneas estratégicas que seguirá el Estado peruano para lograr la implementación y uso de BIM en los tres niveles de gobierno.
Asimismo, presenta, a grandes rasgos, el actual contexto nacional en donde se implementará BIM, así como la definición de la metodología propuesta por el Plan BIM Perú; además, se describen todos los beneficios y oportunidades que representa esta adopción.
Entre estas líneas estratégicas planteadas están: el establecer el liderazgo público con la finalidad de fortalecer la política BIM en el país, garantizar la continuidad de las estrategias y conseguir la implementación progresiva del BIM en las instituciones públicas; la construcción de un marco colaborativo (marco legal y marco técnico); el aumento de la capacidad de la industria, impulsando la gestión digital y el desarrollo de capacidades de los funcionarios y entidades involucradas en la ejecución de las inversiones públicas en infraestructura; y la comunicación transparente mediante distintos canales de comunicación sobre los avances en la adopción del BIM en los tres niveles de gobierno.
Retos del Plan BIM Perú
Guido Valdivia, presidente ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) y vocero de la Alianza BIM (iniciativa de empresas y entidades que tienen el propósito de promover la competitividad, calidad, transparencia, integridad y sostenibilidad en la actividad constructora, para la gestión urbana y territorial mediante el empleo de tecnologías y procesos innovadores de producción, información y comunicación; además impulsores del Plan BIM Gobierno en el Perú) considera que hay varios retos que se deben afrontar en el país para implementar adecuadamente el Plan BIM Perú.
El primer reto −comenta−es generar incentivos más claros para que algunas entidades puedan iniciar el uso del BIM dentro de sus proyectos. “Inicialmente tendrá que ser bajo una lógica experimental. No se debería esperar a tener una entidad técnica o una organización BIM completa para que se pueda empezar a utilizar esta metodología en sus proyectos. Tiene que haber un mecanismo más claro”, manifiesta.
Para que esto funcione, Valdivia destaca 3 puntos importantes. Primero, considera que se debe identificar los proyectos con mayor necesidad de implementación del BIM; por ejemplo, en proyectos de infraestructura hospitalaria, vial y de agua y saneamiento.
Lo segundo serían los incentivos de carácter financiero. Valdivia señala que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debería tener un fondo que permita llevar a cabo proyectos que, inicialmente, no estuvieron planteados como proyectos BIM. “Esto implica un pequeño mayor costo en el presupuesto. Si un proyecto cumple determinados requisitos, está dentro de los sectores estratégicos en las entidades estratégicas, el MEF podría financiar ese mayor costo con un fondo especial. Esto sería un incentivo muy importante”, agrega.
La tercera consideración que señala el vocero de Capeco es dar una norma especial que indique que no es necesario que una entidad tenga un equipo BIM “in house” y una organización BIM “in house”, pues este servicio podría tercerizarse siempre y cuando se establezcan reglas generales que expliquen su funcionamiento. Esto mismo podría ser aplicado para las constructoras que postulan a una licitación. “No tienen que tener un equipo ‘in house’ dentro de su empresa sino podrían generar un consorcio con una entidad tecnológica que pueda bridarles ese servicio”, expone.
Otro importante reto que destaca Valdivia para sacar adelante el Plan BIM Perú es la formación de los cuadros técnicos, pues esto −sostiene− es una tarea de mediano plazo e implica un trabajo conjunto con las universidades e institutos técnicos para “poder tener una masa crítica de gente durante el tiempo y que permita la incorporación de nuevas entidades del sector público.
Pero, el reto o la principal dificultad para implementar el BIM en el Perú que identifica, en este momento, el también vocero de la Alianza BIM es la creación de un consejo consultivo. “Esto no puede ser manejado solo por funcionarios públicos, porque, justamente nos hemos dado cuenta en los últimos dos años que el equipo BIM ha sido cambiado 3 veces y ahora dentro de algunos meses va a volver a cambiar, porque entra un nuevo gobierno. Tiene que haber una entidad público-privada que haga un seguimiento a esto, desde el punto de vista del asesoramiento o de la consulta. Justamente una de las cosas que queremos desde la Alianza BIM es eso. Por eso es que nos hemos juntado los privados para poder interactuar con el Estado. Lo hacemos, pero no de una manera institucional como sería en un consejo”, resalta Valdivia.
En ese sentido y en referencia a todo lo anteriormente señalado, Guido Valdivia agrega: “Lo que nosotros estamos proponiendo es un ajuste de la estrategia que está planteando el Gobierno para la implementación con estas medidas. Si nosotros no generamos incentivos, si nosotros no entendemos que no es necesario que las entidades se preparen en BIM, si nosotros no entendemos que tiene que haber entidades estratégicas que empiecen con esto y hay que hacerles un seguimiento, el plan no va a funcionar”.
Implementación progresiva del BIM
Según documentación del Plan BIM Perú, entre las principales causas de la paralización de los proyectos de construcción en el país, están las deficiencias técnicas e incumplimientos contractuales, arbitrajes, y limitaciones presupuestales. Asimismo, se indica que, en la fase de ejecución, “la problemática radica en que los tiempos de aprobación de expedientes técnicos se alargan demasiado debido a la incompatibilidad entre las especialidades”.
Igualmente, se señala que no hay un modelo digital para la operación y el mantenimiento de los activos; puesto que con ello se podría identificar los recursos necesarios para garantizar el mantenimiento de la infraestructura construida.
Además, se lee que la falta de metodologías de trabajo colaborativo “no permite a las entidades de los tres gobiernos detectar interferencias, generando retrasos y sobrecostos en obra”. La paralización de obras y los sobrecostos han sido problemas bastante frecuentes en los proyectos de inversión pública, especialmente, aquellos que han sido ejecutados por los gobiernos subnacionales. En esa línea cabe preguntarse cuál será el papel de los gobiernos regionales y locales en la implementación del Plan BIM en sus proyectos.
El presidente ejecutivo de Capeco sostiene, con base en experiencias de otros países, que esta implementación debe ser progresiva y debe empezar con las entidades que tienen mayores posibilidades de gestionar y que tienen a su cargo la ejecución de proyectos grandes, como es el caso del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Pero, el siguiente paso sería incorporar obras, como los hospitales, en los cuales ya habría un involucramiento de los gobiernos regionales, puesto que estos tienen a su cargo obras de infraestructura hospitalaria. En este aspecto, explica que la implementación del BIM tendría una gran utilidad no solo por la mejora de la productividad que implica sino, además, porque reduce los espacio para la corrupción.
En el caso de los gobiernos locales o municipios, Valdivia indica que, por lo general, estos llevan a cabo obras pequeñas y en estas el uso del BIM sería muy limitado. “Podrían hacerse paquetes de proyectos, pero esa no es la solución mayoritaria y nosotros calculamos que no menos de un tercio de las obras que ejecutan los gobiernos regionales y locales son pequeños proyectos. Para eso, nosotros (Alianza BIM) estamos planteando otra alternativa que tiene que ver con la modificación de la norma de contratación pública. Eso es otra cosa. Esto está hecho para grandes proyectos”, subraya.
BIM implica cambios
Según la Alianza BIM, las principales ventajas y beneficios de la implementación del BIM en proyectos de construcción son: reducción en un 85 % de la cantidad de RFIs (actas) en obra, reducción de los costos de adicionales en un 70 %, reducción de hasta en un 80 % el tiempo de generación de estimados de obra, generación de presupuestos con una aproximación de +/- 3 %, reducción de hasta en un 7 % los tiempos de ejecución de obra, y reducción de los costos de construcción entre 1 % y 5 %.
El BIM va a generar un incremento en la productividad de las empresas constructoras y, en general, de toda la cadena de producción en el sector construcción. Así lo señala el presidente ejecutivo de Capeco, quien añade que, en la actualidad, ya hay empresas peruanas que están modelando en BIM la provisión de materiales de construcción, como el acero y el concreto.
“Es toda la cadena productiva la que va a ganar productividad y eso implica, por supuesto, productos de mejor calidad, más baratos, con menores variaciones. Este es el fin inmediato de la metodología”, manifiesta.
Lo que el Plan BIM busca es extender los beneficios y ventajes de esta metodología hacia la gestión pública y esto implica que, en un tiempo, todas las obras públicas y todas las entidades públicas que tengan proyectos que puedan ser gestionados mediante el BIM van a utilizarlo. Pero este tiempo no está totalmente establecido. Valdivia indica que el Gobierno ha planteado que esto va a terminar en 2030, pero si se quiere cumplir con esta meta, a la fecha, ya debería haber 2 o 3 ministerios que deberían tener un compromiso institucional más allá de las palabras.
Además, para implementar satisfactoriamente el Plan BIM y lograr obtener sus grandes beneficios serán necesarios algunos cambios. Valdivia asegura que se necesita cambiar algunas reglas. “Necesitamos cambiar el sistema de inversión pública en un 100 %, porque ahora ya no vas a decidir sobre la preinversión, ahora se va a poder controlar todo el proceso y evaluar la rentabilidad de la inversión durante las etapas de operación y mantenimiento de las infraestructuras, cosa que ahora Invierte.pe no hace”, explica.
También señala que se tiene que cambiar la Ley de Contrataciones del Estado y toda la normativa de control, porque ahora se va a tener mucha más información. A modo de ejemplo indica que se pueden evitar los arbitrajes, puesto que la propia metodología puede simular lo que implicaría (en costos y tiempo) un cambio de diseño o de un elemento constructivo.
“Acá se habla de los famosos contratos NEC, los cuales solo tiene sentido si es que detrás de esto está el BIM. Entonces esto también te ayudaría a cambiar la forma de contratación. La ley de contrataciones del Estado para el entorno BIM es totalmente distinta a la que tenemos”, refiere.
El cambio también alcanzaría al sistema de control y al de presupuestos. El vocero de la Alianza BIM indica que el control concurrente de la Contraloría debe tener otro diseño y otra visión. Esto debido a que el control ahora sería casi en tiempo real frente a una máquina y en la cual se va a tener toda la información y toda la capacidad de comparar. “Pero vas a necesitar un equipo distinto de trabajo en la Contraloría. Tienes que reorganizar el modelo de control y también la función del supervisor”, explica.
En el caso del sistema de presupuestos, comenta que el actual no permite saber cuáles son las necesidades de inversión en mantenimiento y en operación, datos que sí deben estar presentes en un nuevo sistema que considere la forma de trabajo mediante el BIM.
“Entonces el cambio que se tiene que hacer es integral sino no se va a sacar el beneficio que realmente se quiere de la infraestructura. Este es quizá el reto más grande, porque implica un cambio en la manera de gestionar desde el Estado. Por eso supongo que el Gobierno se ha planteado un plazo importante que, además, en algunas cosas parece un poco corto. Ya estamos en 2021 y todo esto se tendría que hacerse en 9 años”, puntualiza.
*Informe de la Edición 311 de Revista Costos. Suscríbete y accede a más informes especializados aquí