El recuento de edificaciones de energía neto-cero a nivel mundial experimentará una expansión significativa en los próximos años, según un nuevo informe de la firma global de inteligencia tecnológica ABI Research. Impulsado por imperativos climáticos, apoyo político y tecnologías maduras, se pronostica que el mercado experimentará una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 29% hasta 2027.
“Con las edificaciones representando más de un tercio del consumo global de energía, el sector inmobiliario está bajo una creciente presión para adoptar el concepto de energía neto-cero”, explica Dominique Bonte, vicepresidente de mercados finales en ABI Research. “Gobiernos, corporaciones y la sociedad en general reconocen el papel fundamental que desempeñan los edificios en la reducción de emisiones y el uso de energía”.
A pesar de representar actualmente solo el 0,023% de las edificaciones globales, el segmento de energía neto-cero está ganando un fuerte impulso. El informe proyecta más de 5.500 edificios comerciales y residenciales de energía neto-cero a nivel mundial para 2027, frente a los 1.200 en 2022. Aunque aún es un nicho, este crecimiento señala la transición acelerada hacia bienes raíces de alto rendimiento.
Esta evolución se facilita mediante avances en energía renovable, software de eficiencia y materiales sostenibles. La fotovoltaica solar, la calefacción geotérmica y el almacenamiento de baterías hacen posible la generación de energía cero-carbono in situ. Sistemas digitales gemelos y software de gestión de edificios de empresas como Siemens, Schneider Electric y Univers optimizan el rendimiento. Materiales que almacenan carbono y técnicas de construcción circular reducen los impactos durante todo el ciclo de vida.
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Las regiones que lideran la carga en edificaciones neto-cero incluyen América del Norte, Europa Occidental y centros urbanos progresistas en Asia Pacífico. Políticas de apoyo, liderazgo tecnológico y conciencia climática impulsan estos mercados.
Inicialmente, las edificaciones neto-cero llevan un 5-19% de prima para comercios y 5-15% para residenciales. Sin embargo, la inversión se recupera a lo largo de décadas de operaciones gracias a costos de servicios públicos y mantenimiento dramáticamente reducidos. Demostrar impactos de valor positivos para propietarios y ocupantes sigue siendo una prioridad.
“Las tecnologías ahora existen para hacer que la energía neto-cero sea factible a gran escala”, concluye Bonte. “Pero el ecosistema inmobiliario debe continuar colaborando en construcción, política, finanzas y tecnología para hacerla accesible y atractiva para los propietarios a nivel mundial.”
Estos hallazgos son del informe de análisis de aplicaciones “From Energy-Efficient to Net-Zero Buildings” de ABI Research.
Fuente: Construcción Latinoamericana